Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



miércoles, 17 de febrero de 2010

Tenían razón

Descontaba pasos el áspero camino,
Susurraba chismes el seso al corazón,
Deshojaba vehemente la flor del espino,
Las mariposas tenían razón.

Elixir de cuerpos sus manos redondas,
Espaldas nadando en un mar exterior,
Bailando en tu aliento diez mil amapolas,
Las mariposas tenían razón.

El príncipe llegó justo a tiempo,
Alazán de sonrisas, brazo salvador,
Puñal de acero templado contra el miedo,
Las mariposas tenían razón.

Labio pequeño de curva ascendente,
Barba traviesa, parto sin dolor,
Ojos de luna viva en el estanque,
Las mariposas tenían razón.

Piropos que saben a miel sobre hojuelas,
Abrazos que huelen a mundo interior,
Plegaria y consuelo, pregunta y respuesta,
Las mariposas tenían razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario