Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



sábado, 23 de abril de 2011

Para tí, quien seas y donde estés, gracias...

Estas lágrimas de frustración te pertenecen,

Esta lluvia ya no cabe en el cajón,

Este truco no ha lugar si no apareces,

Estas piernas son papilla de cartón.


Esa piel cebrada en virtuosismo,

Ese abismo de ojos negros como el mar,

Ese doble sentido sin cinismo,

Esos brazos que jamás me abrazarán.


Este pálpito que dice que estoy vivo,

Esta vida que ya no siento pasar,

Este abrupto despertar de tu hipnotismo,

Esta droga recetada que no das.


Esa flor de la amapola entre las nieves,

Esa risa modelada sin forzar,

Ese verbo que resbala entre tus dientes,

Esa forma cincelada en azahar.


Estas ganas de cantarte sin saberte,

Este ritmo que no puede ser canción,

Estas páginas que queman por tu suerte,

Este premio que desierto resultó.


Esa dicha que ha durado diez segundos,

Esas canas que no anulan juventud,

Esos surcos que te adornan taciturnos,

Estas gracias por haber llegado tú…



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