El parto,
Pronto, deseado, a punto
De caramelo.
La intención,
De cristal limpio en el paisaje,
Transparente.
El silencio,
Demasiado largo en la madrugada,
Ruidoso.
La ilusión,
Disfrazada de nueva esperanza
Con su traje verde
Manchado de tinta.
El Momento,
Totalmente adecuado,
Milimétricamente ceñido a las circunstancias,
Justo.
La emoción,
Somera y contenida en su fuerza brutal,
Guapa.
El día,
Completo en su rutina cambiada,
Brillante.
La comunicación,
Rodando río abajo entre las piedras,
Fluida.
La llamada,
Tajante.
El corazón,
Quieto en segundos eternos,
Resquebrajado.
La palabra…
Escasa.
Y las lágrimas…
Demasiadas.
domingo, 21 de febrero de 2010
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