Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



domingo, 21 de febrero de 2010

Aborto Literario

El parto,
Pronto, deseado, a punto
De caramelo.
La intención,
De cristal limpio en el paisaje,
Transparente.
El silencio,
Demasiado largo en la madrugada,
Ruidoso.
La ilusión,
Disfrazada de nueva esperanza
Con su traje verde
Manchado de tinta.
El Momento,
Totalmente adecuado,
Milimétricamente ceñido a las circunstancias,
Justo.
La emoción,
Somera y contenida en su fuerza brutal,
Guapa.
El día,
Completo en su rutina cambiada,
Brillante.
La comunicación,
Rodando río abajo entre las piedras,
Fluida.
La llamada,
Tajante.
El corazón,
Quieto en segundos eternos,
Resquebrajado.
La palabra…
Escasa.
Y las lágrimas…
Demasiadas.

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