Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



jueves, 11 de febrero de 2010

Hijo Accesorio

Una tarde-noche de un sábado cualquiera en un bar muy concreto, una chiquilla me tiró al suelo la bebida. Su madre, dejando una décima de segundo su interesante conversación con una amiga, y entre calada y calada, miró un instante hacia mí y acto seguido, reanudó la conversación como si tal cosa, sin prestar la más mínima atención a aquella cría. Vaya para esa "madre" esta cancioncilla jocosa:

Yo tengo un hijo accesorio,
Como un Chanel o un Gabanna,
Como un Vittorio y Lucchino,
Como zapatos de Prada.

Yo tengo un hijo accesorio
Que complementa mi facha,
Me da aires de madurez,
En los saraos y veladas.

Yo tengo un hijo accesorio
Que yo siempre llevo a cuestas,
Cundo me falla la Nanny,
O si mamá está indispuesta.

Yo tengo un hijo accesorio
Que cual abrigo en perchero,
Al llegar a los locales
Dejo de lado el primero.

Me puedo despreocupar,
Sé que sólo está jugando
Entre la niebla del bar,
Y mil parejas charlando.


Sé que disfrutan los otros
Ver correr a mi trasunto,
Oírle gritar jocoso,
Mientras bebo, olvido y fumo…

Qué gracioso, mírale,
Tira el cubata al vecino,
Y le reprenden: Travieso…
Ve con tu madre un ratico.

Es tan bonito tener
Como quien tiene un Mc Laren,
O relojes de Cartier,
Algo que todos alaben,
Que envidia insana les dé.

Qué bonito pensar
Que no hay que hacer concesiones
Que consigo equilibrar,
Responsabilidad y diversiones
Sin tenerme que esforzar


Yo tengo un hijo accesorio
Y soy un padre ejemplar,
Pidas lo que pidas, cielo,
No te lo pienso negar.

Tendrás todo lo que quieras,
Con tal de verte contento,
Que ser estricto contigo
Me suena al malo del cuento.

No llorarás dos minutos
Por aquello que deseas,
¡Qué simple callar tu llanto
Y mi dolor de cabeza!

Me adorarás como a un rey
Igual que yo a ti te adoro,
Te exhibiré cual trofeo
Que me envidiarán los otros.

Yo tengo un hijo accesorio.
Me río de quién decía:
Ser padre es tarea compleja
Y te cambiará la vida.

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