Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



jueves, 29 de abril de 2010

Agua de Mayo

Se me empapó este Abril de agua de Mayo.

Florecieron espontáneas
en las aceras de fachada altiva
y ciudades ignotas,
personas grandes de humildad inmensa.

Los besos escondidos
bajo el hormigón
de la carretera abandonada
brotaron en silencio sin testigos.

La brújula perdida del niño iluso
de los ojos verdes
no estaba en los bolsillos, los cajones
o detrás
de las puertas.

La arena de antaño, preñada de ilusión
y proyectos,
amontonada en el jardín vacío,
dejó de agonizar bajo la vieja mortaja
de plástico arrugado
y lluvia insípida.

Parían las casas de cartel encendido
almas danzantes
en alegre estupor inducido.

El niño iluso de los ojos verdes
observaba incrédulo
el crecimiento entre las losas yermas
de cuatro yemas
inesperadas.

Cuatro pilares de brazo fuerte
en caso de caída
Cuatro almohadas de hombro arrimado
para las lágrimas.

Diez mil sonrisas con que alentar
las alegrías,
Infinitas bromas seriamente
improvisadas.

El niño iluso de los ojos verdes
que miraba la vida desde un agujero sin ventanas,
Un paraguas cerrado,
y una puerta entreabierta,
se percató de que,
de pronto,
Abril se le empapó
de Agua de Mayo...

Un beso a los cuatro

martes, 13 de abril de 2010

No Hay Razón

Dame una razón
Para no sonreír al sentir la almohada
De nuestras tardes de amable multitud,
Para no recordar con ojos brillantes
Tus ojos risueños.
Dame una razón
Para no despertar sumido en la alegría
De un futuro próximo
Junto a tu presencia.
Dame una razón
Para no ir por el día
Murmurando canciones que tú y yo adoramos
Susurrándole al viento
Que las sople a tu oído.
Dame una razón
Para no beberme el sol de la tarde
Reflejado en tu carilla
De chaval travieso.
Dame una razón, si puedes,
Para no musitar palabras dulces,
De caramelo blando, al derretirse el sol…
Dame una razón,
Para no estar alegre
De solo pensarte
Aunque dormites lejos…
Dámela,
Aunque bien sé que no puedes
Por una razón sencilla,
No me la darás…
No existe esa razón.