Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



domingo, 29 de mayo de 2011

Me ignoras

Da lo mismo que ignores los hijos
de mi cuaderno.
Me da igual si sigues en el limbo
de los mastuerzos...
Seguiré desde aquí canturreando
tus curvas, tus rectas,
Tus ojos, tu pelo, tus manos,
tu vida y tu muerta...
Seguiré ensalzando de lejos
tu pecho de almohada
donde siempre anidaron mis sesos
esperando nada.
No hay por más que cantar al moreno
cruel de tu cadera,
al chulapo de azúcar y hiel
que invade mis aceras.
Seguirás sin saber que deseo
desees lo mismo,
cabezota, estúpido, obseso,
plomo en el abismo...
Hay que ver lo pamplinas que somos,
lo muy carajotes,
los poetas bordando estos tomos
de chulo y pajotes...
Lo importantes, lo grandes, lo listos,
lo más de las cremas...
Siendo torpes al par con el hilo,
la aguja y la flema...
Y siendo como fuere repito
sin ser más pesado,
Cantaré por siempre a un tal Sito,
aunque me dé de lado.

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