Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



domingo, 29 de agosto de 2010

Puertas

Siete puertas iguales
Todas abiertas, todas cerradas.
Siete puertas y diez mil incógnitas en la oscuridad.
Da igual el deseo,
Nadie de este lado.
Siete puertas iguales y los pies no se mueven.
Rezuman las rocas licores dulces de noche,
Amargos de hiel a la mañana,
Martilleos de cabecero inquieto sin razón.
La habitación era oscura
Con las ventanas abiertas
Y los pomos de las puertas,
Las siete puertas,
Parecían tan lejos…
El suelo tierno, pringoso,
Un fondo pensado que puede bajar más aún en su deleble
Inestabilidad onírica,
Un gozo machacado sin fondo,
Un gozo sin fondo,
Agujereado… un agujero en el hoyo,
Un piso menos tras cada piso
En el sótano.
Siete puertas iguales,
Diez mil interrogantes,
Seiscientas sensaciones,
Siete puertas por delante
Y en tus libros de texto, tan sólo preguntas,
Ninguna respuesta.

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