Abre las puertas de esta despensa...

De pequeño, mi repulsión irracional hacia el deporte, y mi obtusa tendencia a estar solo, propiciaron que mi deporte favorito consistiera en encerrarme en la despensa de casa, justo bajo la escalera.Tan confinado espacio, repleto de latas de conserva, pastas, legumbres y botes de Cola-Cao, fue campo de cultivo ideal para las semillas que mi imaginación derrochaba, como era propio a mis escasos años. Fui allí presentador, mago, científico loco y decorador del Un, Dos, Tres... Fui todo lo que quise en cada momento. En modesto homenaje a aquel cubículo preñado de ilusión, vaya este blog donde ser otras mil cosas, ahora que los años no son tan pocos...Abre la puerta y entra en mi despensa, tal vez, aunque sea por un segundo, tu ansia de curiosidad infinita sea, como lo fue la mía en su momento, saciada.

PS. Se admiten comentarios y crítica constructiva, al fin y al cabo es la mejor base para mejorar.



martes, 13 de abril de 2010

No Hay Razón

Dame una razón
Para no sonreír al sentir la almohada
De nuestras tardes de amable multitud,
Para no recordar con ojos brillantes
Tus ojos risueños.
Dame una razón
Para no despertar sumido en la alegría
De un futuro próximo
Junto a tu presencia.
Dame una razón
Para no ir por el día
Murmurando canciones que tú y yo adoramos
Susurrándole al viento
Que las sople a tu oído.
Dame una razón
Para no beberme el sol de la tarde
Reflejado en tu carilla
De chaval travieso.
Dame una razón, si puedes,
Para no musitar palabras dulces,
De caramelo blando, al derretirse el sol…
Dame una razón,
Para no estar alegre
De solo pensarte
Aunque dormites lejos…
Dámela,
Aunque bien sé que no puedes
Por una razón sencilla,
No me la darás…
No existe esa razón.

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